Dia uno
6:am, Salgo de casa en busca de para la primera parada de ómnibus en mi aldea con destino a la Ciudad…
La cola, como siempre, está peor que un hormiguero donde han echado extracto de caramelo,pero bueno. la linea de personas para abordar a los taxis en 5 CUP(Taxi Rutero o Cooperativa de Transporte Privado) estába medianamente más suave…
-bueno, me toca hacer el gasto de los cinco pesos hasta la terminal de ómnibus y de ahí a pedir chance hasta el vedado, creo que si tengo algo de suerte llegaré en buen tiempo -pensé mientras esperaba en la cola del taxi-.
Con tan buena onda, no pasaron quince minutos y ya estaba encima de uno de esos aparatos de cuatro ruedas y capacidad de 15 personas, quizás más, bueno, lo que más me agrada de este tipo de transporte es que, gracias a la climatización(aire acondicionado) el chofer se tiene que aguantar las ganas de fumar «porque en la capital el 90% de los choferes fuman y les importa tres pepinos la salud del resto de las personas».
El viaje desde Santiago de las Vegas hasta la gran ciudad tomó aproximadamente unos 45 minutos. —Menos mal que voy en tiempo, más que en tiempo, —reflexionaba en el viaje,creo que por un momento quedé dormido en el tramo de Alta Habana hasta la Ciudad deportiva, era lógico pestañear de ves en ves, no había dormido más de 4 horas en lo que iba de semana… —
Como hacía algo de frio en casa, determiné ponerme un pullover de mangas largas y otro por encima de mangas cortas y cuello de bordes blancos que hacían juego con el pantalón azul obscuro y costuras de color crema de leche. También me vestí de ese modo porque a mi gusto creí que me vería mejor ante las personas presentes en el Evento Internacional de Humanidades Digitales “ThatCampCaribe 2 o ThatCampCaribe2013” en La Casa de Las Américas, y para poner la tensión un poco más divina, el primer taller lo impartiría yo con la co-facilitación de Yasmín.
—Bueno, bastante carga tengo con la organización del evento aquí en Cuba, creo que no me tocará dar algún taller, o proponer alguna sesión o un Hackatown —pensé—.
Pero estaba más equivocado…
Unas semanas antes del ThatCampCaribe iniciara, dábamos los ajustes finales a través de la lista de correo, y entonces, una persona «que no fui yo» se le ocurrió la maravillosa idea de que se impartiera un taller sobre Redes sociales para Desconecta@s, muy a tono con el Minimalísmo Tecnológico a propósitodel precario acceso a internet desde Cuba y las regulaciones de tipo prohibitivo que, si no me equivoco, dicta el Estado a través del Ministerio de Finanzas y Precios(el costo de Internet…) y su implementación por parte de La empresa de Telecomunicaciones de Cuba “ETECSA” en las salas de navegación haciendo imposible para muchas y muchos disfrutar de este servicio que es un derecho humano…
Pero bueno, Teniendo en cuenta mi experiencia con el personal de Cubaliteraria, se suponía que el tipo era yo para meter las manos en el asunto. Y como siempre en mi despiste, cuando me enteré sentí que la pendejitis aguda(miedo escénico) invadía mi subconsciente… y de qué manera…
Reflexioné un poco, llamé por teléfono a unos colegas, hice el cuento de que éste era mi segundo evento internacional(Independiente los sistemas burocrático «gracias a dios») de Humanidades Digitales.
Entonces, me llamé a capitulo:
—Lucho, este es tu primer evento internacional, quizá de muchos más que vendrán, tu eres grande, tu llegarás lejos, porque te lo has propuesto, deja esas creencias irracionales que se vallan al carajo, todo lo que se va a tratar en el taller lo dominas al dedillo, así que no te pongas nervioso que todo va a salir bien. —dije a mi ego—.
Y finalmente, me tocó facilitar el dicho taller, además de que sobre mis hombros estaba la responsabilidad de garantizar el acceso a internet de toda la gente que participaba en el evento. La velocidad no estaba muy buena, pero algo es algo teniendo en cuenta que en tan poco tiempo logramos conseguir con la ayuda de algunas personas un enlace de 256kb/seg. Ponerme de acuerdo con el personal de audio en la Sala Che Guevara en Casa de Las Américas —lugar donde todos los talleres y desconferencias sesionan durante el ThatCampCaribe2—, y el resto del proceso logístico que trae consigo la organización de un evento de tal envergadura.
Son las 8 y 5 AM y no ha llegado el personal de audio para subir a la sala Che Guevara. Cuando iba a preguntar estaban llegando, por lo que me dirigí al tercer para ver que todo estuviera en orden —porque yo iniciaba la actividad, en concreto, me toca el primer taller y todo tenía que estar perfecto— , pero como siempre, hubo un problema con la conexión, no me conectaba.
Cuando le pregunté al técnico de audio, me dijo:
—La contraseña la cambiaron, el informático sabe la clave, ¿no lo has visto? —me preguntó.
—No, yo tengo su celular, pero no sé.
Ahí me dio changó, pensé que iba a suspenderse el taller porque no había acceso a internet, o al menos la parte más divertida del mismo no se haría efectiva. Bajé al primer piso y comencé a adelantar otros asuntos de logística con el personal encargado de garantizar el agua embotellada para las personas presentes al evento…
Pero yo seguía preocupado por mi taller y la desconexión. Ahí apareció una de las personas encargada de atendernos por la parte de Casa de Las Américas y le planteé mi inquietud e ipsofacto ella sacó su teléfono celular y telefoneó al especialista en informática de la Institución. Torné la mirada hacia la entrada trasera de la Casa y ahí estaba el personaje en cuestión.
—deja ya no hace falta que le llames, miralo allá sentado fumando un cigarro —le dije—.
Me trasladé hasta donde estaba el sujeto y expuse mi inquietud.«en honor a la verdad, disimulé bastante bien la histeria que traía conmigo». Él me dio la contraseña nueva, subí al tercer piso, probé y nada. Bajé nuevamente hasta donde el estaba y subió conmigo para hacer una prueba a profundidad.
—oye es probable que hayan cancelado el servicio por falta de pago —dijo—.
—Na, no creo que sea por eso, fijate que ni logro acceder al servicio, —le respondí mostrando una foto que tomé en mi teléfono cuando la conexión retornaba el error al conectar—, es que no dice ni contraseña incorrecta.
Al final el problema fue que en mi teléfono tenía guardada una configuración vieja y era elemental que debía borrarla para que asumiera la nueva clave. Paso que descubrí al cacharrear la configuración por curiosidad ignoré la red e hice una nueva y Voalá, me conecté en el preciso momento que Alex(organizador principal y representante de la parte extranjera) llegaba con Yasmína la sala. Como la delegación había mermado un poco —de cuarenta solo presentes había unos veinticinco cerramos un poco más las mesas para hacer el espacio un poco más íntimo.
Antes de iniciar el Taller la representación de Casa de Las Américas hizo la bienvenida oficial a todas y todos los presentes en el Evento y Alex dijo algunas palabras sobre lo que se pretendía lograr en la Acampada Digital.
9 y 30 AM. Comenzó el taller de redes sociales para desconectad@s.
Utilicé una técnica que aprendí por medio de la observación, además de que siempre estoy pidiendo consejo de personas que son mucho más experimentadas de cómo iniciar un taller teórico práctico. Me valí del micrófono inalámbrico para amenizar el ambiente a la par que me trasladaba cerca de cada uno de los puestos explicando de qué iría el taller y qué beneficios trae a la sociedad cubana. Pues una gran cantidad de personas en la isla no tiene acceso a internet, pero cuenta con una dirección electrónica con salida internacional.
Expliqué en un periodo no mayor de 10 minutos los 3 procedimientos a seguir, cómo se puede usar tres redes sociales al mismo tiempo, incluso debatir casi en tiempo real, seguir usuarios, bloquear, publicar imágenes etc.
Luego pasé el micrófono a la co-facilitadora para que hablara un poco de cómo este taller juega un papel fundamental en las humanidades digitales en contextos no únicamente cubanos.
Hay que señalar, que mientras la co-facilitadora hablaba yo tomaba su puesto en la traducción a las personas no hispano-hablantes presentes en la acampada. Trabajo nada fácil, pero muy efectivo en la ejercitación de retener la memoria y agilidad de la misma., y así nos turnábamos las traducciones entre Alex, Yasmín y yo.
El taller de redes sociales para desconectad@s terminó satisfactoriamente con buena acogida en tod@s lxs participantes, hubo quien no conocía de la existencia de esta herramienta, y hubo alguien que sugirió otra que hace algo parecido aportando más riqueza al taller.
A las 10 y pico yo había terminado mi intervención abriendo el camino para Alex Gill.
En su intervención habló en profundidad de qué iba el THatCampCaribe2, los beneficios de las desconferencias, y principalmente los principios fundamentales que siguen las personas que trabajan con las humanidades digitales. Citó que existe un sin número de sitios en la Internet que prestan servicios a principiantes en el mundo de las humanidades digitales, y explicó que la mejor herramienta para digitalizar, programar y crear algoritmos está en los ordenadores portátiles o de mesa, poniendo ejemplos prácticos de cómo indexar y marcar textos en pos de crear bibliotecas digitales particulares o públicas. Estas pueden ser distribuidas en la Intranet, a través de memorias portátiles o Internet —no en el caso de Cuba por razones obvias—. Pero igual mostró métodos prácticos de cómo obtener información concreta en un estudio científico X utilizando redes creadas para personas que trabajan con las humanidades digitales…
El debate generado fue magnífico. Surgieron a partir de la presentación ideas que sirvieron para la actividad de la tarde y los siguientes días en la Acampada.
Cuando terminó el debate se coordinó democráticamente cuales serían la sesión de la tarde y día siguiente.
Antes de bajar a almorzar agrupamos diez, el truco en esto era que cada persona que sugiere el tema tiene la responsabilidad de facilitar, no disertar acerca del mismo. Generando debate e intercambio entre las y los campistas.
Cuando todo se “cuadró”, por consenso quedó como tema el Nuevo periodismo En cuba, retos, y cómo las humanidades digitales entraban en el ejercicio del mismo.
Para qué fue aquello, se habló de lo pésimo que es el periodismo cubano «para variar», y qué tecnologías se han usado por estudiantes y trabajadores de algunos centros en aras de lograr un mejor impacto en la sociedad. Desde análisis estadísticos que un periodista podría hacer con algo de conocimiento básico en computación para crear una historia de peso, hasta indexado de documentación en la facultad de Comunicación Social en la Universidad de la Habana. Y por ahí fue la cosa.
El NotiG(revista variada LGBT “lesbiana,gaybisexual,trans ”) salió a colofón a propósito de las mega-trabas institucionales en contraste con la revista impresa Espacio Laical, que por un motivo estratégico o ¿hipócrita? del Estado no ha sido igual de tratada ante la burocracia, que dicho sea de paso provocó el suicidio espontáneo del NotiG, a pesar de la completa disposición y apoyo de la Dirección del Centro Nacional de Educación Sexual(CENESEX) como soporte institucional, requerimiento indispensable para tramitar el registro de una revista de publicación seriada desde Cuba. Mientras que en Twitter había buen intercambio pues la mayoría twiteaba en tiempo real lo que estaba pasando en THatCampCaribe2 potenciando el ciberdebate y la visibilidad.
Por suerte Cuando terminó la desconferencia estaba lloviendo. Buena parte del grupo tuvo que esperar que escapara —yo incluido, tenía capa, pero no podía correr el riesgo de que se mojara mi portatil, aunque al final cuando estaba llegando a la calle Línea me atrapó un clase aguacero que me mojó todos los zapatos y parte de la mochila. Por suerte no llegó a mojar nada dentro pues la capa me salvaguardó un poco de la lluvia.
A las seis de la tarde tenía clases en la Facultad de Comunicación, por lo que al momento en que escampó seguí la escalada por toda la calle G. Ya en la Facultad todo estaba un poco oscuro, así que asumí que no había electricidad, pero para estar seguro subí las escaleras…
En efecto, no había electricidad.
La verdad, no tenía mucha cabeza para recibir lecciones de Literatura Latinoamericana, por mucho que me gustara. Así que tomé mis chéles —como se dice en argot popular cubano— y me trasladé para la parada en la Avenida de los Presidentes (Calle G) a esperar el ómnibus P16 y trasladarmeen el hasta mi aldea en Santiago de Las Vegas,.
Y hasta el próximo día que continúa el Thatcampcaribe2.